La rebelión de las cajas
Las cajas de cobro se han revelado, ya no quieren trabajar, quieren que trabajes tú por ellas.
Desde hace tiempo, ser cajero y cobrar a los clientes es una función de alta responsabilidad. El cobro es un tema delicado, por lo tanto precisa de un/a profesional cualificado, que realice esta tarea durante su jornada, y las cuentas al final del día.
Hoy nos encontramos con mucho menos personal y muchas más cajas de autocobro. La tendencia es eliminar esta icónica figura y facilitar y agilizar las compras.
Uno de los motivos que puede inducirnos a este cambio de paradigma, es la era post-covid. Nuestro cliente hoy no tolera hacer cola. Antes ya no se toleraban, pero ahora ya se trata de una razón sanitaria.
A nuestro cliente, la opción de autocobrarse, le agiliza los trámites. Aunque por otra parte, es una acción mucho menos atractiva para la experiencia de compra.
Este sistema de autocobro, está vinculado a la tecnología RFID que garantiza la seguridad y el control de los artículos dentro del punto de venta. A través de las antenas, rastrea el recorrido de cada uno de los artículos del espacio de venta.
Después de un Retail Tour en París este mes de septiembre, hemos podido constatar la velocidad con la que se está implantando este nuevo sistema. El cambio se hace notable, sobre todo, en las grandes superficies de cualquier tipología de producto; desde ferretería, hasta supermercados; pasando por decoración, menaje y regalo.
Es importante aclarar, que este sistema está pensado para marcas comercializadoras de producto de un precio medio-bajo. El sector lujo, y la venta asistida son un binomio inseparable.
No hay quién se resista a esta rebelión.